Reseña histórica de San Bernardino

Escrita por Gertrud Ana Marta Büttner Radüge (cariñosamente Tante Tutti)

Escrito en 2002

Con estas cuantas líneas, quisiera presentarles un pequeñísimo relato de cosas que aun están vivas, y muy vivas en mi memoria.

Aunque para la mayoría no soy más que una VIEJA mañosa, aun tengo muy presente, muchas cosas que fueron el comienzo de San Bernardino.

Aunque ya no tan directamente, pero, también fuimos partícipes de lo que nuestros padres y abuelos hicieron.

Ellos fundaron, levantaron y dieron trabajo a este Pueblo. 

Es decir, que por este medio quisiera ofrecerles unos minutos de HISTORIA VIVA. 

Quisiera comenzar con la familia Stanley, aquí representado por Don Pito, Doña Muleli y Doña Loli, como todos los conocemos cariñosamente.

Ellos tenían un astillero y se dedicaban especialmente a la fabricación de botes, lanchas, chatas y barquitos.

Fueron ellos, quienes abrieron las puertas a este pueblo.

Sabían Uds. que antes, por falta de caminos, se tardaba horas en llegar solamente a Ypacarai a caballo, y hasta 8 días para poder llegar a Asunción?

Ahora, la familia Stanley, abrió otro camino, a través del lago, mucho más cómodo y por sobre todo, más rápido.

Las lanchas hacían 3 viajes por día hasta Kendal, tanto que el ferrocarril, se vio obligado de extender sus vías hasta Kendal.

También debemos a esta familia, una de las primeras usinas eléctricas instaladas en los pueblos del país de la época, es decir que San Bernardino estaba en la vanguardia.

Otra familia muy importante para este pueblo fue la familia Weiler.

Doña María con su esposo Guillermo, construyeron el primer Htl de San Bernardino, el Htl Sta. Rita. Pero a San Bernardino le faltaba algo más, algo indispensable para fervorosos católico, como Doña María. Fue así que ella se avocó a la construcción de la actual iglesia Nuestra Señora de la Asunción. 

Además esta Familia estuvo totalmente entregada a promover el turismo en este lugar. Así que fueron ellos, quienes construyeron el famoso Htl de Lago, que fue uno de los Hotels más renombrados por su categoría y excelencia, en toda Sudamérica.

Muchas personas hasta de lugares muy distantes venían a disfrutar de San Bernardino, por sobre todo EN INVIERNO, por su agradable temperatura, la belleza y tranquilidad.

Habían personas que acostumbraban quedarse hasta 3 meses de vacaciones.

Con el aumento del turismo, comienza a surgir otra necesidad en el pueblo, y así me gustaría mencionar la labor de mi familia, los Hmnos Büttner: Don Germán, Don Roberto y Don Ricardo, hijos de Don Julius Louis Büttner.

Los Hmno Büttner adquirieron la usina de los Stanley y ampliaron su potencial en entrega de suministro energético, para todo el pueblo.

Con esto funcionando, pudimos tener un aserradero, una carpintería de muebles de lujo, una fábrica de hielo, esto fue allá por el año 1926 y posteriormente uno de los almacenes mejor surtido de toda la zona.

Con todo esto, se proporcionaba trabajo a más de 200 familias ya sea directa o indirectamente.

También deseo contarles que la “Casa Büttner” (como era conocida) tuvo la primera central telefónica y el primer cuerpo de bomberos voluntarios de San Bernardino y de casi todo el país.

La casa Büttner, en conjunto con los demás, siempre se esforzó por apoyar el Turismo, y en especial, de velar por el confort del turista.

Recuerdo muy bien el slogan de mi hermanito Julio (nacido en 1917) “Alquilo lanchas, lanchitas, botes y autos”. Así mi hermano ya con 11 o 12 años, fue el primer guía de turistas y taxista de San Bernardino.

El estaba encargado de hacer conocer a la gente, los lugares más lindos y luego llevarlos a los humedales para pescar o cazar perdices. 

La “Casa Büttner”, también tuvo la sucursal del Bco Germánico y Agrícola, en este último, se efectuaban los pagos de impuestos y jubilaciones de los veteranos de la guerra, sin que tuvieran que ir hasta Asunción, para cobrar o pagar sus impuestos.

Con toda esta infraestructura, muy moderna para la época, el turismo iba en aumento y la gente de la alta sociedad de Asunción, comenzó a afincarse en este lugar. Para descansar y disfrutar de la naturaleza. 

Fue entonces que comenzaron los problemas para la “Casa Büttner”.

El consumo energético, durante los 3 meses de verano, ya iba sobrepasando la capacidad de la usina y la vieja máquina a vapor.

La “Casa Büttner” constantemente estaba solicitando al club Náutico, como a los veraneantes que, por favor ahorraran energía.

El problema era, que el consumo pico era solo durante 3 meses, y el restante del año, los siguientes 9 meses, se consumía tan solo un 25% del consumo de verano.

Si se ampliaba el suministro, quien cubriría los gastos de este excedente de los 9 meses restantes?

El sistema de facturación antes era bien diferente de lo que es hoy en día.

Nosotros proveíamos corriente continua y los asuncenos traían sus artefacto eléctricos, para corriente alterna, esto fue mas un motivo, por el que se tuvo que pensar en algún cambio en el suministro de energía.

Fue así como se entró en un acuerdo con la MUNICIPALIDAD y esta facilitó una muy vieja usina, llena de mañas y grandes defectos, traída del extranjero (creo que fue Dinamarca o Bélgica, pero no recuerdo muy bien).

La “Casa Büttner”, con este vejestorio, intentó hacer lo que mejor se pudo.

El encargado para la usina, era directamente nombrado por la municipalidad. No obstante, una vez, cuando esta prehistórica máquina tuvo más uno de sus graves achaques, fuero los ya muy envejecidos Hmnos Germán y Ricardo Büttner, que fueron encarcelados como delincuentes peligroso, a pedido de la municipalidad.

Don Ricardo estaba con cáncer de pulmón y tenía mucha dificultad para respirar, así que, mi cuñado Don Johannes Haefliger, cariñosamente conocido como Hansi o Don Pucucho, se ofreció voluntariamente, para ocupar el lugar del viejo enfermo en la cárcel.

Que alegaron?

“SABOTAJE”!!

Imagínense, toda su propia industria (aserradero, carpintería y fabrica de hielo) quedó parada, por falta de suministro energético, y aun así fueron culpados por,…diríamos de mejor manera “AUTO SABOTAJE”.

Esto fue una humillación tan grande que fue como el golpe de muerte de la “Casa Büttner”

Es indispensable mencionar, que la “Casa Büttner” jamás tuvo ganancia con el suministro de energía, y al tener que pagar el consumo de Diesel y el mantenimiento de una máquina mucho más grande durante todo el año, utilizando durante 9 meses solo el 25% de la energía generada, contribuyó a la quiebra de la “Casa Büttner”.

Sin dinero y ya con la moral destrozada, no solo por la falta de reconocimiento, sino por un montón de jugarretas sucias, se cierra uno de los pilares económicos del pueblo en 1972, y junto con el cierre, comienza la agonía de este pueblo,

La gente en edad laboral, tiene que ir abandonando el pueblo, para así poder mantener a su familia y así los últimos descendientes de aquella luchadora generación, va abandonando el pueblo.

Pero…quisiera ahora hablar de alguien, que ya no tiene a nadie más en este pueblo, que cuente su historia, y sin embargo es el más digno en ser mencionado y recordado, por sus labores médicas y por su investigación científica internacionalmente reconocida.

Se trata del Dr. Hassler.

Personaje muy querido y recordado con mucho respeto y admiración por los más antiguos de este pueblo, que tuvieron el inmenso privilegio de compartir sus vidas con esta celebridad.

El Dr. Hassler fue médico, y además botánico, dedicó muchísimo de su tiempo al estudio de la Flora del Paraguay, elaborando muchísimas investigaciones y documentándolos a favor de la ciencia mundial.

En Basilea Suiza hay un Museo entero dedicado al Dr. Hasller, donde están expuestas todas sus obras y descubrimientos.

Como médico, su cualidad sobresaliente fue el altruismo. Jamás cobró una consulta, ya sea su paciente de escasos recursos o adinerado, él atendía por amor a las personas. 

Fue así que durante la guerra del chaco, convirtió el Club Náutico, entonces conocido como Club Alemán, en un hospital de recuperación para los lisiados del Chaco.

Con que personal contaba él para esta labor???

No fueron profesionales, fuimos nosotras, la gente del pueblo, voluntarios inexpertos, y lo hicimos con muchísimo gusto, por el simple placer de ayudarle a tan noble persona, a realizar sus deseos.

El Dr. Hassler era una persona tan apreciada, que cada uno intentaba apoyarle de la mejor manera que podía. Y si tan solo podían colaborar con una mandioca o unos huevos. Este hombre  supo ganarse el amor del pueblo.

Como San Bernardino fue una colonia Alemana, poseíamos solo una escuelita alemana, que los domingos también funcionaba como iglesia Luterana.

El Dr. Hassler, viendo la necesidad de los niños que no provenían de las familias de los inmigrantes, se avocó a la construcción de la escuela nacional, que lleva el nombre de un renombrado compatriota suyo, “Prof. Pestalozi”

Además, debemos también al Dr. Hassler, la antigua sede municipal que funcionaba en lo que hoy se conoce como “Casa Hassler”.

Todos estamos muy tristes, por la impulsiva actitud de la municipalidad de vender lo que fue la residencia del Dr. Hassler, a orillas de arroyo y peor aun, de no intentar preservarla, con una ordenanza de preservación de Patrimonio Histórico.

El daño está hecho y ya hace bastante tiempo ya no hay vuelta atrás.

Mi hermana Luisa, que siempre estuvo muy involucrada con lo que es cultura, se esforzó mucho, para intentar restaurar este valor nacional, contó con el apoyo de muchísima gente influyente.

Se pretendía convertir esta casa, en casa de la cultura, con un Salon auditorio, museo y biblioteca.

La casa original, verdaderamente era ideal para todo esto.

Pero cuan grande fue la decepción, que al día siguiente de haber recibido la aprobación de la intendencia de la época, también fue aprobada la venta y demolición de este monumento nacional.

Triste! verdad? Que harían otros países?

Somos más insensibles que el resto de la humanidad, a nuestro pasado??

Porque tanta indiferencia a lo cultural e histórico??

En Suiza, están gran parte de los documentos y trabajos de él, en un país distante, prácticamente inalcanzable para la mayoría de nuestra comunidad.

Y nosotros?

Que podemos hacer para enseñarles a nuestros descendientes de este gran hombre??

Nosotros tuvimos el privilegio de convivir con el, compartimos sus sueños, sus esperanzas, sus ilusiones, no sería justo que seamos nosotros, más que nadie, los que nos recordemos de él, hoy y para siempre??

 

Me despido, yo, una vieja mañosa, con esta reflexión: 

Que está haciendo San Bernardino con su tan rica Historia???